TEMA 5 LA
POESÍA ESPAÑOLA ANTERIOR A 1936.
- Ya hemos visto como la nueva concepción artística del siglo XX
viene determinada por la sustitución del racionalismo por el subjetivismo y el
idealismo.
- Si hay un género que nota esta transformación, éste es lírico,
pues es el que sirve para la manifestación del mundo interior del poeta.
- El poeta, al hacer una metáfora, ya no cuenta con el mundo
exterior. Sobre el parecido o no de dos realidades determinadas primarán sus
sentimientos. Si éstas le producen sentimientos parejos, podrá emparejarías.
Usar las palabras por la emoción que producen y no sólo por sus conceptos es
consecuencia del irracionalismo verbal, y esto encuentra su mejor manifestación
en la poesía.
- El iniciador de esta nuevo espíritu en la lírica española es el
poeta nícaragüense Rubén Darío. Para ello se inspiró en los poetas franceses,
especialmente los parnasianos.
- Su continuador fue Antonio Machado, aunque éste prefirió el
Modernismo más intimista a partir de los simbolistas franceses. Con Machado, va
a primar más la emoción y la visión de un mundo personal que la belleza externa
del poema.
- Juan Ramón Jiménez supone ya una acentuación del irracionalismo
poético. En él aparecen unas imágenes mucho más arriesgadas en cuanto expresión
de un mundo interior propio. ello explica que fuera tan admirado por los
jóvenes del 27.
- Con la Generación del 27 llega el gran cataclismo
lógico a partir del surrealismo, aunque no hay que olvidar que por debajo de
esa locura aparente había siempre una justificación expresiva.
1- RUBÉN DARÍO
Y EL MODERNISMO
1.1- Definición: Se denomina
así al movimiento literario nacido en Hispanoamérica en el último cuarto de
siglo XIX como fuerza subversiva contra el mercantilismo de la sociedad
burguesa. Fue difundido en España por Rubén Darío a raíz de la publicación de
su libro Prosas profanas (1896). Aunque su periodo de auge fue
breve, sus logros parecen agotados hacia 1915, su importancia fue decisiva para
la evolución de la poesía española, ya que supuso una renovación total de la
misma. Fue sobre todo un movimiento poético, aunque se encuentran también
ejemplos en la novela y en el teatro.
1.2- Temática: El movimiento modernista
supone el rechazo de la realidad cotidiana por considerarla demasiado
materialista y regida por los principios burgueses. Ante esta situación, el
escritor tiene dos alternativas: crear un mundo imaginario o buscar una
respuesta en su interior. Esto hace que la temática modernista apunte hacia dos
direcciones:
1- La línea escapista: es la más representativa pero la que menos cuajó
en España. El poeta se evade de un mundo que no le gusta y se refugia en
lugares exóticos y épocas antiguas. Construye palacios, jardines, castillos
como un decorado por el que desfilan caballeros, princesas, guerreros
legendarios, cisnes, ninfas, centauros, etc No hay límite geográfico: Japón,
París, Grecia, etc ni temporal: EM, Renacimiento, siglo XVIII, etc
La princesa está triste. - .¿Qué
tendrá la princesa?
Los
suspiros se escapan de su boca de fresa,
que ha perdido la risa, que ha
perdido el color.
La princesa está pálida en su silla
de oro,
está mudo el teclado de su clave
sonoro,
y en un vaso, olvidada, se desmaya
una flor.
El jardín puebla el triunfo de los
pavos-reales.
Parlanchina, la dueña dice cosas
banales,
y vestido de rojo hace piruetas el
bufón.
La princesa no ríe, la princesa no
siente;
la princesa persigue por el cielo de
Oriente
la libélula vaga de una vaga ilusión
¿Piensa acaso en el príncipe de
Golconda o de China,
o en el que ha detenido su carroza
argentina
para ver de sus ojos la dulzura de
luz,
o en el rey de las islas de las Rosas
fragantes,
o en el que es soberano de los
claros diamantes,
o en el dueño orgulloso de las
perlas de Ormuz? (...)
2- Erotismo:
serán frecuentes todo tipo de sensuales descripciones de las mujeres, lo cual
enlaza con actitudes asociales y amorales.
3- Cosmopolitismo:
Ligado con su deseo de evasión está su gusto por viajar por todo el mundo. Esto
desembocó en su devoción por Paris.
4- Los
temas americanos. En un principio se trató de una manifestación más de la
evasión, pero luego fue un intento de buscar las raíces colectivas.
5- Lo
hispánico. Esa búsqueda de raíces explica también la entrada de los
temas
hispanos frente a la pujanza de EEUU. En Cantos de Vida y Esperanza se
exaltan los valores humanos y culturales hispanos frente a la civilización americana.
2- La línea intimista: permite
traslucir el malestar del poeta con lo que le rodea: el modernista siente una sensación
de desarraigo y soledad, lo cual le produce cierta sensación de tristeza y
melancolía. En este sentido tiene gran importancia la influencia del
simbolismo francés. El símbolo es una imagen física que nos sugiere distintos
sentimientos o ideas. Por tanto, el simbolismo es un arte que se propone
sugerir todo cuanto esté oculto en el fondo del alma o de las cosas. Esta
nostalgia se enmarca en paisajes otoñales o despoblados jardines crepusculares
con clara raíz romántica
1.3- Lenguaje:
Nunca se insistirá bastante en el enriquecimiento estilístico que supone el
Modernismo.
-
Para ello, es
importante el papel de la influencia francesa a partir de dos movimientos: el
Simbolismo y el Parnasianismo.
- El Simbolismo: supone que todo en el
universo , físico y espiritual, forma un conjunto armonioso, qu está unido
entre sí por invisibles correspondencias y el poeta es quien se encarga de
revelarlas. De este modo, una puesta de sol puede verla el escritor como
símbolo de la decadencia de los seres.
-
El Parnasianismo: nace
en Francia durante el segundo tercio del siglo XIX. Su lema es “el arte por el
arte”, lo que expresa el desinterés por la intimidad del poeta y los problemas
de la sociedad. Es una escuela que instaura el culto a la perfección formal, ya
que para sus cultivadores la exterioridad de las cosas es la única realidad
válida. Esto les opone a los simbolistas. El poema debe ser como una gran
escultura sujeta al ritmo de los versos y las palabras. Esto da lugar a una
poesía perfecta formalmente, repleta de efectos estéticos y ornamentales:
1- Uso de colores brillantes: amor lleno de
púrpuras y oros
2- Adjetivación ornamental: ebúrneo cisne,
bosque hiperbóreo
3- Efectos sensoriales como las sinestesias
(explicar un sentido con otro): esperanza olorosa, risa de oro, sol sonoro
4- Uso de cultismos y de voces exóticas:
unicornio, dromedarios, gobelinos
Las innovaciones más llamativas
corresponden a la métrica, pues se buscan nuevos ritmos, pues al arte de la
sugerencia del Simbolismo le convenía un lenguaje fluido y musical:
1- El verso preferido es el alejandrino, aunque
enriquecido con nuevos esquemas acentuales.
2- Cultivo del dodecasílabo por influencia
francesa
3- Se intentó imitar el ritmo del hexámetro
latino.
4- Innovaciones en la estrofa: se escriben
sonetos en los más variados versos, sobre todo alejandrinos.
1.4- Modernismo en España: El Modernismo español se orienta
más hacia la línea intimista, con menos alardes formales. Menos parnasiano y
más simbolista. Sus dos máximos representantes en poesía fueron Antonio
Machado y Juan Ramón Jiménez en sus primeras épocas.
1.5- Rubén
Darío: (1867-1916) Aunque nació y murió en Nicaragua, pasó gran parte de su
vida fuera de ella.
- Suelen diferenciarse dos etapas en su obra:
1- Una
primera presidida por una irresistible atracción por el componente sensual del
amor. Los sentidos son los protagonistas absolutos de los poemas de esta
primera época, a la que pertenecen Azul y Prosas Profanas.
- Su primer libro importante fue Azul (1888)
que supuso una influencia directa del Parnasianismo francés.
- En 1896 aparece Prosas Profanas, libro fundamental
del Modernismo hispánico que deslumbró tanto por las innovaciones métricas como
verbales Sigue predominando la influencia del Parnasianismo: elementos
colorísticos y ornamentales, motivos exóticos, sensualismo, versos de origen
francés como el alejandrino y el dodecasílabo.
En definitiva, este libro supone una búsqueda incesante de la
belleza.
2- Una segunda donde el amor deja de cantarse jubilosamente para
hacerlo dentro de una preocupación por el paso del tiempo y la imposibilidad de
alcanzar la eternidad.
El libro representativo de
esta etapa es Cantos de Vida y Esperanza (1905), sin lugar a dudas su libro más profundo.
gusto
refinado y la musicalidad del verso. Lo que sí hay es una disminución de las
alusiones mitológicas y de los mundos exóticos.
Por un lado existe una línea existencial donde expresa su
tensión interior por la búsqueda de una fe que no tiene. El poeta se nos
presenta en un continuo estado de remordimiento y aunque intenta huir de sus
pecados, no lo consigue: “Lo fatal”
Por otro, se ocupa de los problemas inmediatos del mundo
hispánico. Reivindica la espiritualidad hispánica frente al materialismo e
imperialismo yanqui.
2- ANTONIO MACHADO
2.1- Vida: Nace en Sevilla en 1875, aunque su familia se
traslada en1883 a Madrid, donde estudiará en la
Institución Libre de enseñanza.
En 1899 se traslada con su hermano Manuel a París donde entra en
contacto con la vida literaria parisiense. Allí conoce a Rubén Darío en 1902.
Vuelve a Madrid y en 1903 publica Soledades, que
le revela como un gran poeta.
En 1907 obtiene la cátedra de Francés en el Instituto de Soria.
Allí pasará una etapa fundamental de su vida. En 1909 se casa con Leonor
Izquierdo, una joven de 16 años. El matrimonio durará poco, ya que ella morirá
tres años más tarde. Soria, Castilla y Leonor cambiaron su modo de entender la
vida y la poesía. Se sintió parte de la naturaleza castellana y de los
castellanos.
Machado se traslada a Baeza y en 1919 a Segovia. Conoce a Pilar Valderrama,
la Guiomar de sus últimos poemas amorosos.
En 1931 se traslada a Madrid, donde le sorprende la guerra.
Firme partidario de la República , se refugia en Francia con su
madre, concretamente en Collioure. Allí muere el 22 de febrero de 1939.
2.2- Personalidad: Fue un hombre introvertido y tímido,
lo que le destinó a la soledad. Pero es también un hombre sediento de calor
humano y de amor. Es por ello por lo que sus versos nos descubrirán sus sueños
de amor, marcados casi siempre por el sello de lo imposible, del fracaso y de
la frustración.
Quienes le trataron evocan su gran sensibilidad, su discreción y
su modestia. Fue como él mismo se definió “un hombre bueno en el buen sentido
de la palabra”. Se educó dentro del
liberalismo
reformista. Decisivos en su educación fueron seis cursos en la
Institución Libre de Enseñanza, que había surgido en 1876 como una alternativa a
la anquilosada enseñanza oficial.
En aquellas aulas vio, sobre todo, ejemplos de tolerancia y de
espíritu crítico, amor al trabajo y un ferviente anhelo de regeneración de
España.
Sin embargo, con el tiempo, Machado avanzará hacia posturas más
progresistas y revolucionarias. Primero en Soria y luego en Baeza se enfrenta
con la decadencia y las injusticias de la sociedad española.
En los años siguientes, observará con simpatía los crecientes
movimientos obreros, aunque siempre opondría reservas al marxismo.
En los momentos dramáticos que vive España de 1931 a 1939 proclamó su fidelidad a la
República.
En cuanto a sus ideas religiosas, por su educación laica no
estaba llamado a ser creyente. Sin embargo, su constante meditación sobre los
enigmas del hombre y del mundo le llevó a enfrentarse con los problemas del
sentido de la vida humana, del más allá de la muerte, de Dios. Así, en su obra
hay abundantes testimonios de su sed de Dios. En esa lucha entre esa sed de
Dios y la falta de fe parece debatirse Antonio machado toda su vida.
2.3- Trayectoria poética: - En los años que triunfa el Modernismo, aparece Soledades
(1903) y luego, suprimidas algunas composiciones y añadidas muchas más, Soledades.Galerías
y otros poemas (a partir de ahora lo denominaremos SGOP)(1907).
El suyo poco tiene que ver con el Modernismo superficial y colorista, sino que
es un modernismo intimista que nos recuerda Bécquer o a Rosalía de Castro. (Ver
estudio monográfico de SGOP) El libro nos presenta a un ser
triste y cansado, lleno de hastío, amargura y monotonía.
Es característica de Soledades la forma de diálogo: con las
estaciones, el amanecer, la noche, etc que aparecen personificados y a los que
la voz poética formula preguntas para las cuales a menudo no hay respuesta
- Su siguiente
libro fue Campos de Castilla (lª ed. 1912, 2ª ed 1917): Lo que
aporta de nuevo este libro son, por un lado, los cuadros del paisaje y las
gentes de Castilla y, por otro, las meditaciones sobre la realidad española.
En cuanto a lo primero, Machado no sólo nos da un retrato físico
de una tierra, sino una interpretación del alma de esa tierra en sintonía con
su propia alma. Así recoge, sobre todo, lo que va en dos direcciones: de una
parte, lo pobre, lo adusto, lo austero, lo melancólico; de otra, lo recio, lo
duro, lo fuerte. Es, en palabras suyas, la “Soria, mística y guerrera”.
Además, y por esa misma identificación con el paisaje, Machado
seleccionará preferentemente todo cuanto sugiera soledad, decadencia, fugacidad
y muerte. De tal modo es así que sus versos podrán incluso transmitir, con realidades
exteriores, aquellas constantes obsesiones de Machado que conocemos
desde Soledades.
La otra línea es la de la preocupación patriótica, que llevó a
algunos a adscribir a Machado a
la generación del 98. En la primera edición del libro, en poemas como “A
orillas del Duero” o en “Por tierras de España” Machado se lamenta del abandono
y atraso de la tierra castellana y española por extensión en relación a un
pasado glorioso que ahora sólo es un recuerdo.
En poemas luego añadidos en la edición de 1917 muestra su fe en
otra España con la que se siente comprometido: “Del pasado efímero”, “El mañana
efímero”, “Una España joven”, “Desde mi rincón”, etc. Por otro lado, en
Andalucía ve los más agudos ejemplos de desigualdad social. Ello derivará en
una indignación que dará lugar a toda una serie de poemas satíricos acerca de
la vida cotidiana andaluza en concreto y española en general.
También en esta segunda edición hay que destacar los poemas de
la serie de Leonor. En ellos, Machado vuelve a la línea intimista más dolorida.
Primero (aún vivía Leonor) expresará su esperanza en que se recupere, después será el intenso
dolor de la llegada de la muerte y, por último, la soledad, la lucha del
corazón con la cabeza por creer que hay algo más allá de la muerte y el
refugiarse de nuevo en los sueños.
Por
otra parte, inicia un tipo de poemas brevísimos que integran la serie
“Proverbios y cantares”. Son unas veces, chispazos líricos, otras filosóficos.
La mayoría surge de sus preocupaciones de siempre.
— Doce años tardará Machado en publicar su siguiente libro: Nuevas
canciones (1924). Ya durante su estancia en Baeza se había dedicado
durante mucho tiempo al estudio de la filosofía y a expresar sus propias
reflexiones filosóficas en aforismos, algunos de los cuales aparecen ya en la
segunda edición de Campos de Castilla
Hay
en este libro una línea descriptiva pero las tierras andaluzas no sacuden su
sensibilidad como hicieron las de Castilla. Es sintomático que sólo
cuando evoca a Soria se remonta su inspiración.
Lo
más característico es el centenar de nuevos “Proverbios y cantares” donde lo
lírico ha dado paso a lo conceptual. Suelen ser sentencias o pensamientos, a
veces oscuros, en ocasiones triviales, aunque algunos encierran intuiciones
profundas. En general, emplea formas populares, ágiles y rápidas con lograda
soltura y gracia.
En
los años posteriores a 1924, su producción poética es más bien escasa, pues cultiva
más la prosa. No publica independientemente ningún nuevo libro de versos, sí
diversas ediciones de sus Poesías completas (1928, 1933, 1936) con algunos
poemas añadidos cada vez. Entre ellas cabe destacar “Las canciones de Guiomar”,
testimonio de su nuevo y tardío amor.
Pero
Machado encuentra pocas veces ya su inspiración de antaño. La nueva estética
vanguardista parece paralizarle.
Cuando estalla la guerra, machado quiere ser el poeta
de la España republicana. Surgen así sus Poesías
de guerra, una veintena de composiciones, entre las que destaca “El
crimen fue en Granada”, desgarradora elegía a Federico García Lorca.
2.4- Estudio de Soledades. Galerías.
Otros poemas
2.4.1-
Introducción: Entre 1898 y 1902 compone su primer libro, Soledades,
publicado a principios de 1903. Era un conjunto de cuarenta y dos poesías.
En
1907 publica la segunda edición bajo el titulo Soledades. Galerías. Otros Poemas. De los cuarenta y dos poemas de la primera edición, sólo se
mantienen veintinueve. En cambio, hay más de sesenta poemas nuevoa.
Los poemas suprimidos son aquellos en que se apreciaba un Modernismo más
extremo. Por el contrario, en los nuevos poemas se observa un gran avance en la línea intimista.
2.4.2—
Estilo: — Plano semántico: Es un lenguaje
aparentemente sencillo, pero que, debido a su trascendencia simbólica, no
siempre resulta fácil comprenderlo. A pesar de que algunos poemas comparten el
gusto modernista por el colorido y los efectos sensoriales, en líneas generales
se aleja del modernismo más superficial. Así, su léxico es revelador de
su mundo interior, por lo que abundan las palabras que indican vejez,
decadencia, muerte, oscuridad o colorido apagado. La adjetivación casi siempre
tiene una función significativa, y pocas veces es una simple ornamentación.
Así, SGOP se encuentra en la línea del modernismo
intimista, de raíz simbolista, que en ocasiones nos recuerda a Bécquer y Rosalía.
Frente al Parnasianismo, orientado hacia la belleza externa y la
perfección formal, el Simbolismo se propone ir más allá de lo sensible.
Para los simbolistas, la realidad encierra, tras sus
apariencias, significaciones mucho más profundas que el poeta debe saber
captar, en sintonía con su propia alma. Ante un paisaje, por ejemplo, el
simbolista, descubriendo lo que late bajo las apariencias sensibles, traducirá la correspondencia de ese
paisaje con su alma.
Por tanto, los símbolos
son imágenes físicas que sugieren
algo no perceptible físicamente: una idea, un sentimiento, una obsesión, etc
De esta forma, el tema
no lleva el papel principal en
el poema. Se limita a servir de medio o mero soporte de las emociones, las
cuales protagonizan en realidad la obra.
Así, los paisajes de SGOP son vistos a través del
sentimiento, y, a su vez, el sentimiento nos llega a través de ese paisaje. La hondura y la belleza
de muchos poemas de SGOP tienen mucho que ver con esa relación paisaje—alma que Machado establece.
No resulta fácil decir qué fue antes: el paisaje o la emoción. A
veces parece que el sentimiento se originó por la contemplación de un paisaje,
otras, parece que la emoción ya estaba en él y que luego la funde con el paisaje
que tiene ante sus ojos. Incluso puede ser que el paisaje sea inventado, un
simple medio de comunicar con efectividad su sentir.
En definitiva, paisaje y alma coinciden en el poema, se funden
casi hasta ser una misma cosa.
El símbolo es básico para Machado, pues le permite expresar
realidades del espíritu y de la conciencia humana que no tienen una traducción
directa en palabras ni conceptos lógicos
— Especial importancia tienen los símbolos pertenecientes al mundo
natural, los cuales conforman un paisaje que se corresponde con el alma del
poeta:
La fuente: Puede simbolizar las ilusiones del
poeta (VII, LIX) Pero también la ausencia de ellas (VI)
El agua: Cuando corre simboliza el paso del
tiempo, pero también puede simbolizar la soledad cuando en el silencio
sólo se oye el ruido del agua cayendo
(XIII, XCIV). Algo similar ocurre con el viento (XI).
Los ríos son vistos como nuestra vida encaminada a la nada
(XIII)
Cuando está estancada
simboliza la quietud de la muerte (XXXII) La tarde: Es el momento del
día con el que mejor se
identifica Machado por todo lo que tiene de decaimiento y de premonición de
muerte. Su estado animico melancólico y triste encuentra su mejor forma
de expresión en el crepúsculo
(XCIV, LIV, XIII, XI, VI, LXXX)
Muchas de las tardes son de verano pero no por ello son vistas
más positivamente: al ser más prolongadas hacen más grande el estado
melancólico del poeta. Por otro lado, al pasar tan lentamente se acentúa el
hastío y el aburrimiento del poeta (XVII, XLVIII)
El
alba y la primavera:
Por el contrario, la mañana aparece en los pocos momentos de ilusión del poeta
(XXXIV, XLIII)
El
camino: Casi
siempre se utiliza como símbolo de la vida. Él es muchas veces un
caminante que recorre los caminos de la vida (XI)
— Otros símbolos importantes son:
La
noria: Simboliza el
movimiento de la mente que gira obsesivamente en torno a unos problemas nunca
resueltos (XIII, XLVI, LX)
Las
galerías: Son las
galerías, los caminos ocultos de su alma (LXXXVII) Machado busca conocerse
buceando en su alma, en sus recuerdos, en sus sueños (LXI). Como vimos al
hablar del sueño, recuerdo y sueño se confunden en la intimidad de Machado
(XCV)
Los
espejos tienen también relación con la intimidad del poeta, que se mira en
ellos buscándose a sí mismo (XXXVII)
Las
abejas: Simbolizan
la labor recreativa del poeta que sabe utilizar las penas para escribir sus
poemas (LXXXVI) o para recrear sus tristes recuerdos (LXI) Incluso para
recuperar la fe (LIX)
Una de las características más destacadas de Machado es su
tendencia a eliminar la anécdota. Así, en los poemas de temática amorosa
desconocemos casi siempre los detalles concretos: ¿quién es la amada? ¿qué ha
ocurrido entre ellos?, etc. Esto es así porque lo que realmente le interesa a
Machado es expresar su emoción íntima. En el poema XV el lector comprende el
sentimiento de desolación del poeta ante la ausencia de una mujer, pero
desconoce quién es ella y por qué está ausente.
— Plano morfosintáctico: Desde un punto de vista sintáctico el
estilo de SGOP no es
demasiado complejo. Caben destacar dos aspectos: los encabalgamientos y
los hipérbatos.
Machado
utiliza mucho el encabalgamiento (continuación del sentido de la oración en el
verso siguiente) con una finalidad expresiva. Por ejemplo, dota de mayor
importancia significativa a sintagmas que sintácticamente no lo tienen: Deshójanse las copas otoñales/del
parque mustio y
viejo. Aquí el CN parque
mustio y viejo es significativamente
importante, pues Machado lo utiliza como símbolo de paso de tiempo. Su posición tras la pausa de final
del verso anterior consigue dotarle de una importancia que sintácticamente no
tiene al depender del nombre copas.
En
cuanto a los hipérbatos (cambio en el orden sintáctico lógico), no son
demasiado forzados. Uno de los más utilizados es el que consiste en anteponer el CC al verbo. De esta
manera se le dota también de una mayor importancia expresiva: En la glorieta en
sombra está la fuente. En este verso, Machado utiliza símbolos de muerte, de
ahí que el CC de lugar En la glorieta en sombra tiene mucha más importancia de
la que en teoría tienen los CC de lugar. Esto explica que se anteponga al
sujeto fuente.
2.4.3— Temas: Ante todo, buscará la
hondura y la autenticidad, y, en coincidencia con el Simbolismo, intentará
transmitir las palpitaciones de su alma a la vez que recoge las del
mundo exterior.
— Por tanto, la temática girará en torno a hondas cuestiones como
el tiempo y el fluir de la vida humana, la muerte, el más allá, etc Con estos
temas se engarzan otros como la infancia perdida, el amor, los sueños, etc
— En consonancia
con estos temas, los sentimientos que
dominarán el libro serán la melancolía, la soledad, y el hastío.
1- La falta de amor: El tema del amor da a su poesía
momentos muy intensos.
— El tono de tristeza que domina en muchos de sus poemas tiene su
origen en la falta de amor, lo cual enlaza con otros de los temas recurrentes:
la nostalgia de la primera juventud: LXXXV, XXXIII
— Son también significativos los poemas en que indica que las
mujeres se interesaban muy poco por él: XIX, LXVII
— Más
interesante es el grupo de poemas en los cuales Machado al parecer recuerda una triste historia de amor
suya, la cual es muy probable que tuviese lugar en Sevilla en 1898: X, XV,
LXXII
— En muchas ocasiones es más bien un amor soñado, más que real:
LII
— Pero también hay lugar para la esperanza: en el LXXX sobre la tristeza que inunda el
poema aparece, de pronto, el brillo de una esperanza, pero es una esperanza
remota, más bien sólo es un sueño de amor.
2— La juventud perdida: Cierto que Machado no era viejo
todavía, pero se sentía viejo. Evocaba con nostalgia su juventud primera porque
aunque ésta fuera también triste y tampoco tuviera un verdadero amor, aún tenía
esperanzas, posibilidades. Ahora, en cambio no espera nada, su soledad
es completa, y por eso se
siente acabado, vencido. En el poema LXXXVI al mirar al ayer, no encuentra sino
dolores y flores amargas, pero esos sufrimientos pasados los contempla casi con
nostalgia al compararlos con las penas que ahora amenazan destruirle.
— La poesía 1, “El viajero” Machado se identifica con ese viajero
silencioso al que recordaba
— El poema LXXXVII es una mirada nostálgica hacia su infancia, cuando
era guiado por su madre y no se sentía perdido.
— El poema VII es hace también referencia a la nostalgia de la
infancia cuando el poeta todavía tenía ilusión por alcanzar “los frutos
encantados” que le ofrecía la vida.
- El poema XLIII da también la sensación de que
el poeta ha dejado pasar la juventud sin disfrutarla y ella no vuelve a pasar
otra vez. Idea semejante se expresa en el poema XCV.
— El poema LXXIV rezuma también una gran melancolía ante la ausencia
de la juventud.
— Pero también aparece el hastío cuando Machado evoca la niñez: V.
Machado descubrió que esas tardes de monotonía que siendo ya adulto le eran tan
conocidas, las había ya él vivido siendo niño
3- La angustia existencial: Acompañó siempre al poeta.
— En el poema LXXVII Machado se asombra de una angustia que
siempre le acompaña, y, recordando,, encuentra que la causa es haberse
sentido desde niño perdido en
el mundo.
— La poesía LIX el poeta nos habla de su sueño de Dios.
- Son numerosísimos los poemas donde
nos habla de una angustia existencial permanente:el LXXVII son dos momentos de
una misma meditación, pues en un primer
momento no se llega a una conclusión certera, siendo luego cuando al poeta se
le revela la verdadera índole de su angustia; el LXXVIII es un sobrecogedor
poema sobre el tema de la muerte, que es vista como el fin del mundo; el LXXIX
es otro espléndido poema sobre la angustia existencial donde hay una absoluta
adecuación del paisaje con el estado anímico del poeta.
— Como dijimos al hablar del símbolo, es frecuente que Machado
objetive su angustia y su obsesión por la muerte en la descripción de
paisajes: XXXII,
XCIV
— De todas formas, no está siempre claro el motivo de su melancolía y
su tristeza. Se limita a hablar de que no es nueva, que es la de siempre, pero nada se nos dice de
su motivo: VI
4— Los sueños: La palabra “sueño” tiene distintos
sentidos en el lenguaje de Machado.
— El más utilizado es el ensoñación, fantasía. Estos sueños debieron
absorberle en su primera juventud.’ En sus primeras poesías parece no sólo
estimar los sueños como un gran consuelo en medio de su triste vida, sino
incluso considera éstos como un buen sustituto de la vida. En el poema LXX nos
dice que no importa cómo sea la realidad de la vida, pues él siempre tiene
a mano sus sueños. En el XXVII
dice que el sueño le salvará del hastío y la soledad.
Sin
embargo, en las últimas poesías indica que no se sentía contento ni orgulloso
de haber soñado tanto, en vez de haber vivido. En el poema XXII los considera un consuelo algo triste y
melancólico. En el LXII dice cómo tarde o temprano despertaremos de nuestro
sueño y ni siquiera lo recordaremos. En el LXIX nos dice que los sueños
terminan desapareciendo.
En
el XXXIV habla de lo frágiles que son sus sueños actuales.
— También hay sueños productos de dormir, aunque pueden ser
inventados por el poeta: LIX,
LXIV
— Con frecuencia los objetos que contempla sueñan. Al decir esto, generalmente
parece querer decir que reposan, que están
como esperando en silencio, que están carentes de vitalidad: XCVI, XLVI, XXVII,
XXXII, VII.
— Por otra parte, sus recuerdos son también soñados. Para entender esto hay que conocer las
ideas de Bergson, filósofo
francés que influyó mucho a Machado, para quien la razón no puede captar
la auténtica existencia, ya que ésta
es continuo movimiento. Pensar lógicamente es abolir el tiempo, suponer que
no existe. La razón puede descubrir la esencia de las cosas, lo que tienen de inmutable, pero es incapaz
de apresar el movimiento del existir concreto. La razón podrá decir
que el hombre es un animal
racional, pero se quedará en esta idea tan general sin captar lo individual y
concreto de cada hombre, será incapaz de recoger ese continuo cambio que supone
la vida de cada cual. Según esto, distingue dos tipos de pasado:
1— Pasado
histórico: el que ha pasado realmente y se mide cuantitativamente.
2— Pasado apócrifo: el que vive en la memoria de alguien
y, por tanto, que no puede ser fijado ni recordado, ya que actúa en una conciencia que, al ser presente,
está sometido a constante cambio.
A
Machado sólo le interesa este pasado. Como no puede ser recordado, la única solución es soñarlo, que no es
más que corregirlo y depurarlo a nuestro gusto. El propio Machado
califica alguna vez de sueños sus recuerdos: en el LXI nos dice que sólo el poeta puede transformar el triste
recuerdo en un bonito sueño. En el XCV repite la misma idea: transformar el
pasado triste en un alegre recuerdo.
— En ocasiones Machado se sentía como
perdido, por lo que la realidad se le presenta como en sueños y los objetos se
le aparecen envueltos en un aire de irrealidad: LXXVII, XI, LXXXVII
2.4.4—
Métrica: No fue un gran innovador en sus formas métricas. Su
métrica no es demasiado variada. Los más usados son el octosílabo, endecasílabo,
dodecasílabo, alejandrino, eneasílabos y el decasílabo.
Lo que si existe es una gran
variedad en la disposición de sus versos y sus estrofas, en busca de nuevos efectos rítmicos.
Las
estrofas más empleadas: cuarteto, serventesio, redondillas (abab), quintetos,
romance y silvas romance.
Tiene
especial preferencia por la rima asonante, ya que es mucho más adecuada para el
tono intimista de sus poemas. Destaca el uso de la silva— romance (combinación
de heptasílabos y endecasílabos rimando los pares en asonante)
Aunque
tampoco faltan las composiciones en rima consonante: uso de la redondilla, en
versos de doce silabas (XLIII, LIII), en alejandrinos (XVII), en endecasílabos
y heptasílabos (1, XCI), en dodecasílabos (XLIII, LIII, LII). Incluso en tres
poemas como el XIII, el XVIII y el IX experimenta con versos de dieciséis sílabas.
3- LA
GENERACIÓN DEL 27
3.1- Definición: En
los años veinte se abrió paso a una excepcional promoción de poetas que condujo
a las letras españolas a uno de sus momentos más brillantes. El nacimiento de
estos poetas en fechas cercanas, la amistad, las influencia y el intercambio
cultural entre ellos hicieron que Dámaso alonso divulgara la expresión
generación del 27.
La justificación más clara de la existencia de un grupo de
amigos la otorgan las actividades comunes que desarrollan hasta 1936:
participan en las mismas revistas poéticas, acuden a las mismas reuniones,
entre las que destacan las de la Residencia de Estudiantes, que se convierte en
principal núcleo de relación. Lorca llega desde Granada en 1919, allí estaba
Emilio Prados y, en 1924, es también lugar de encuentro con Rafael Alberti, con
el que ambos entablan una estrecha amistad. Allí viven también por entonces
Luis Buñuel y Salvador Dalí, compañeros en inquietudes estéticas. La
Residencia
era un lugar de encuentro de intelectuales y artistas de todas las tendencias,
lo cual tuvo que ser un estímulo para ellos.
El
otro núcleo geográfico del que parte la generación está en Sevilla. No olvidemos
que la mayor parte de estos poetas son andaluces. Pedro Salinas llega a Sevilla
el año 1918 para ocupar su cátedra en la universidad. Allí tomará contacto con
otro joven poeta, Luis Cernuda, que será también, con el tiempo, integrante de
la generación.
— Pero entre las
distintas actividades comunes, la más destacada por la crítica es la que se
produce en el año 1927 en Sevilla. Es el centenario del nacimiento de Luis de
Góngora. Desde Madrid han viajado juntos Lorca, Jorge Guillén, Dámaso Alonso,
Gerardo Diego y Rafael Alberti. En este homenaje recuerdan a Góngora,
representante de la imagen y la exigencia formal, al que la crítica académica
aún no entiende. Contra el olvido institucional y académico, estos poetas
inician su combate para reivindicar su figura: estudios, ediciones críticas de
sus obras, homenajes, conferencias, etc
Esta fecha no sólo es importante porque en ella se
produzca la presentación colectiva del grupo en la sociedad literaria, sino por
lo que representaba Góngora en la ideas estéticas del grupo. El hermetismo de
la obra de Góngora coincide plenamente con la predicación de Ortega sobre la
necesidad para el poeta puro de mantener rigurosamente alejadas vida y
literatura. Sus oscuras y brillantes imágenes fascinaron a quienes convirtieron
casi en culto el cultivo de la metáfora.
— Sin ningún género de dudas, una de las cosas que más les
distingue es su respeto por la tradición.
El grupo del 27 no se levanta contra
nada, sino que pretende hacer síntesis entre la renovación y su profundo
conocimiento de los clásicos. Su labor innovadora no les llevó a renunciar a
sus antepasados. Su amor por los clásicos era inmenso: Góngora, Garcilaso, Fray
Luis, San Juan de la Cruz , Bécquer etc. Especialmente
importante es su veneración por las formas populares como el Romancero, que
está muy presente en Lorca y Alberti. Pero sin lugar a dudas, fue Juan Ramón
Jiménez el maestro indiscutible en sus primeros años. Él fue quien les publicó
sus primeros poemas en revistas suyas. Así se explica que en sus poemas se
encuentre la sencillez de la poesía popular y el atrevimiento y complejidad de
los hallazgos vanguardistas.
- Si hasta entonces ya venían escribiendo en las mismas revistas (Revista
de Occidente, Índice) a partir de ahora van a aumentar sus
colaboraciones. Algunos incluso fundan sus propias publicaciones: en 1927
Prados y Altolaguirre fundan Litoral en Málaga.
- Lo que parece caracterizar al grupo,
al menos durante los años veinte y los primeros treinta, es la unanimidad. Da
la impresión de que lo que cada uno hace o piensa lo comparten o aprueban
todos.
- Lo cual no impide que el grupo del
27 se caracterice ante todo por la variedad, debido a la intensa personalidad
artística de sus componentes. Esto explica las grandes diferencias que existen
entre unos y otros, siendo el único elemento común el cuidado del lenguaje
poético.
- De cualquier forma, aun teniendo en cuenta esta variedad, veamos
hasta qué punto puede establecerse una misma evolución poética al menos hasta
el estallido de la guerra civil.
3.2- Etapas - Primera etapa: hasta 1927: Tras los primeros influjos vanguardistas (ultraísmo), cuyo
mejor ejemplo es Imagen de Gerardo Diego, Juan Ramón Jiménez los
va a orientar hacia la poesía pura, que supone un anhelo de depurar el poema de
la anécdota humana, renunciando a cualquier emoción que no naciera de la
perfección formal. Se concibe el poema como un artefacto elaborado con cuidado
y precisión, destinado a desencadenar emociones intelectuales.
- Los poetas del 27 van a llevar hasta el último extremo
el desdén por la poesía con argumento, por la poesía sentimental y realista.
-
El gran
instrumento de este arte puro es la metáfora deslumbrante, que han aprendido de
Gómez de la Serna y de otros vanguardistas.
-
Esto explica su
admiración por Góngora, con quien compartían la idea de que la realidad por si
misma es antipoética, lo cual conduce a su enmascaramiento mediante la
metáfora.
Y
también explica su escaso interés inicial por aquellos poetas que contaminaban
en exceso sus obras con sus reflexiones religiosas, sentimentales o políticas:
Unamuno, Machado, Quevedo.
La mayoría de los poemas de esta época son herméticos y
de difícil interpretación
- Segunda
etapa: de 1927 a la guerra civil: Naturalmente, esta actitud no
podía ser mantenida por mucho tiempo, ya que el poeta, si espera a que su obra
permanezca, no puede nutriría sólo de elementos formalistas. Por eso, llega
siempre el momento en que el poeta vuelve a la realidad, de donde va a tomar
los elementos que han de servir de materia a su poesía. Y así, los poetas del
27, llegados a su plena madurez, comienzan a sentirse un tanto cansados de las
aventuras formalistas y fueron poco a poco alejándose de esa actitud purista y
estetizante.
-
Se inicia así un proceso
de rehumanización de su lírica, que coincide con la irrupción del Surrealismo.
Pasan ahora a primer término los eternos sentimientos del hombre: el amor, la
inquietud existencial y también las preocupaciones políticas, pues los nuevos
tiempos (caída de la Monarquía e implantación de la
República )
han traído nuevos problemas.
-
Alberti dice en 1931:
“Antes, mi poesía estaba al servicio de unos pocos. Hoy no. Lo que me impulsa a
ello es la misma razón que mueve a los obreros y a los campesinos, o sea, una
razón revolucionaria”
Lorca diría en 1936: “Ningún hombre verdadero cree ya en esa
zarandaja del arte puro (...)
En este momento
dramático del mundo, el artista debe reír y llorar con su pueblo”
— En
tales circunstancias, el surrealismo llegó a ser algo más que estímulo para la
libertad de imaginación: se convirtió en un excelente medio para expresar una
rebeldía contra la sociedad y contra las bases sobre las que se sustentaba.
- Tercera etapa: después de
la guerra civil: El final de la guerra supone la dispersión del grupo: Lorca ha
muerto en 1936, los demás, salvo Aleixandre, Dámaso Alonso y Gerardo Diego, se
exilian.
A partir de entonces, cada uno seguirá su propio rumbo poético,
pero sin abandonar ya los caminos de una poesía cada vez más humana.
— El
grupo se ha dispersado pero no se ha roto la amistad entre ellos. Los que
quedan en España cumplen un labor de enlace entre los desterrados y los poetas
más jóvenes del país.
— Puede decirse que la mayor parte de la creación poética de
autores tan representativos como Guillén, Alberti o Aleixandre tiene lugar tras
la guerra civil cuando cada uno de ellos alcanza su personal madurez.
— En
el exilio, el tema del compromiso político va a continuar y poetas que no
habían escrito en este sentido lo van a hacer ahora: Guillén con parte de Clamor
y Salinas con poemas como “El viento y la guerra”. A esto se une el tema de la
nostalgia por la tierra perdida.
— En
España la poesía deriva a un humanismo angustiado, de tonos existenciales: Hijos
de la ira de Dámaso Alonso (1944)
- La década de los sesenta supone el ocaso del grupo: Salinas ha
fallecido prematuramente en 1951, Altolaguirre lo hace en 1959, Prados en 1962
y Luis Cernuda en 1963. Los demás han ingresado ya en la vejez, lo cual se vaa
reflejar en sus respectivas obras.
Serenidad ante la muerte y la vejez son las notas
características de la poesía escrita por Guillén, Alberti, Aleixandre, Gerardo
Diego y Dámaso Alonso en los últimos años de su vida.
— La
concesión del Nóbel a Aleixandre en 1977 supuso la confirmación de la calidad
poética de un grupo que ha dado a la lírica española una nueva Edad de Oro.
Tras este reconocimiento vendrá el de España, ya que obtienen sucesivamente el
Premio Cervantes Guillén en 1977, Alonso en 1978, Diego en 1979 y Alberti en
1983.
- Aleixandre y Guillén mueren en 1984, Gerardo Diego en 1987,
Dámaso Alonso en 1990 y Rafael Alberti en 1999